Sobre Nosotros...
«Érase una vez, a comienzos de los años 70, en la bulliciosa y cosmopolita ciudad de Santiago de Chile, un hombre valiente y decidido llamado Juan Mena Hurtado comenzó a construir un sueño que cambiaría la forma de entender el ciclismo en la ciudad. Con una visión clara y un espíritu emprendedor indomable, se propuso crear un reino donde la bicicleta no solo fuera un medio de transporte, sino una forma de vida, un símbolo de libertad, movimiento y pasión. Así nació lo que con el tiempo se conocería como El Rey de las Bicicletas, un lugar donde la figura del ciclista sería el pilar fundamental, y donde la cultura ciclista encontraría siempre un hogar.
Desde sus inicios, la tienda ubicada en la tradicional Avenida San Diego N°915 ha sido mucho más que un negocio; se ha convertido en un referente y punto de encuentro para generaciones de ciclistas. La misión de Juan Mena Hurtado era clara: brindar no solo productos de la más alta calidad, sino también un servicio cercano, personalizado y familiar. Su dedicación y entrega, sumadas al compromiso con la excelencia y la constante innovación, permitieron que este reino se consolidara rápidamente como un ícono en la ciudad, ganando la confianza y el cariño de sus clientes. En cada rincón de esta tienda se siente la pasión por el ciclismo, y con cada bicicleta vendida, se forja una historia de sueños, aventuras y libertad.
Con el paso de los años, El Rey de las Bicicletas no solo se adaptó a las nuevas tendencias y tecnologías, sino que también supo mantener ese espíritu pionero y cercano que lo caracterizó desde sus orígenes. Cada generación de la familia Mena ha continuado con la visión de su fundador, manteniendo viva la tradición de atención personalizada y productos de calidad, al mismo tiempo que incorporan innovaciones que responden a las necesidades de los ciclistas modernos. Esto ha permitido que El Rey de las Bicicletas siga siendo el lugar de confianza para aficionados, deportistas y todos aquellos que ven en la bicicleta una extensión de su vida y su libertad.
Hoy en día, este ‘castillo’ de las bicicletas se erige como un espacio inclusivo, donde se reúnen ciclistas de todas las edades, géneros y habilidades. Ya seas un niño que monta por primera vez, un joven apasionado por el deporte o un adulto que redescubre la alegría de pedalear, todos encuentran en El Rey de las Bicicletas un lugar de bienvenida y encuentro. La tienda no solo ofrece una amplia variedad de productos y servicios, sino que también funciona como un lugar de inspiración y comunidad, donde se comparten historias, experiencias y la pasión por el ciclismo. Es un espacio que ha sabido evolucionar sin perder su esencia, manteniéndose como el epicentro del ciclismo en Santiago y un verdadero legado de la familia Mena.
Así, El Rey de las Bicicletas no es solo una tienda; es un símbolo de tradición, calidad y amor por el ciclismo, donde cada visitante es recibido como parte de una gran familia y donde la bicicleta sigue siendo el verdadero protagonista de esta historia que se sigue escribiendo cada día.»